Qué te pasa Jesús, no venís por Buenos Aires.
Tus calles lloran tangos muriendo de dolor.
Los chicos están siempre calzados.
El paco está barato, lo que sobra es el alcohol.
No se lo que pasó ¿Por qué nos olvidaste?
Se come en la basura, hoy viven del cartón.
Te ponen por un peso para comprar la merca,
te pido que regreses...¡ayer le escribí a Dios!
Yo se que vos sos bueno, vos sos mi gran amigo.
Por eso no te olvido, regresá por favor.
Los vicios callejeros están matando amigos.
La tumba es un nido, allá no llegó Dios.
Un tango está llorando en una esquina oscura.
Un nene con la chuta se entierra el aguijón.
El poxi en las bolsas revientan los pulmones
y sangran los tabiques por tiros sin perdón.
Hay niñas muy precoces alquilando balcones.
Con doce o quince años se olvidaron de Dios.
Se ganan los billetes, el hambre es más fuerte
y lloran en silencio, después piden perdón.
Decile a los gobiernos ¡si aman a sus hijos!
Porque hay tantos kioscos de merca, es que hay dolor.
Yo se que vos podés ¡Jesús! Llamá a tu padre.
Yo no quiero perderte, sigo confiando en vos.
Mañana por la noche te prenderé una vela.
Me pondré de rodillas, ¡Así!...así te llamaré.
Vení por mi Argentina. ¡Te espero, que es urgente!
Si vos nos olvidaste, ¡también te olvido yo!
DARDO HERRERA
La Plata (Buenos Aires)