martes, 21 de noviembre de 2017

EXÉGESIS DE UN DÍA NUBLADO

Atmósfera luchando mano a mano con la niebla
¿Qué dejaste perdido tras el abanico de fulgor?
Tus grises perfilan gritos ahogados
mientras el sino de tu dulce abrazo
contiene la respiración.

Cielo que se quiebra transpirando bruma
esfumando el amanecer la lluvia violeta
cual sordina de la mañana
te haces ensoñación.

Día nublado sos un barco encallado
Frío, quieto, deshumanizado
Una pantalla de mariposas muertas
Presión espesa sobre la fontanella
del alma.

Brisa poblada de cartas del más allá
silbando delgada y húmeda
a través de los muros opresores
Traes  voces describiendo la tristeza
de un invierno que cabalga
sobre aquella tormenta redentora

Día nublado sos un castillo abandonado
mustio, anodino, deshabitado
Una obra de teatro en claroscuros
Un cuadro en carbonilla sin luces
Un licor de pétalos marchitos

Atmósfera de ojos apagados
Color sepia de opacidad terrosa
Tu mirada plomiza se retuerce en las sombras
ante la mediocridad paralizada de tus gestos
Estás luchando mano a mano con la niebla
¿Qué dejaste perdido tras el abanico de fulgor?



ANI CARMONA