lunes, 27 de abril de 2015

ESCENA EN EL PARQUE



Parque Las Heras de Buenos Aires. Verdes, ocres y grises de acero y brea. Un sauce llorón como telón de fondo y un sendero de palmeras coronado por hojas amarillas.
Es Abril en Buenos Aires, un aire suave, fresco, me invade los oídos. Una música clásica incursiona, prístina y lejana, sobre el espacio. La combinación de los ladridos de canes y canes, la empequeñece. Y jóvenes estudiantes los siguen: Guau-guaus ingenuos entre las piernas.  Autos lejanos acompañándolos con su ron-ron.
Por el camino oscuro se acerca mi hombre. Me mira, lo miro. Sonreímos ambos y me tiende la mano. La acepto confiada. De golpe estoy caminando, auriculares en función, a su lado. Nada atrás, todo adelante ¿Será quizás, el comienzo del fin de la felicidad? No pretendo contestarme ahora. El presente vivenciado a pura espectación, es todo lo que cuenta.

ANY CARMONA

ARCO IRIS



Púrpura
la luz del atardecer
en el parque
de las letanías
Reflejos sobre magnolias
adormecidas por los amantes
Canteros de violetas africanas
diciendo adiós al sol
Y un lila en la brisa
cosquilleando nuestra piel

Hay un arco iris que nace
bajo la lluvia de la fuente
Arco que cubre mi pelo
y tu frente
Poniendo un azul de paz
en equilibrio
sobre los pies y piernas
del morado sensual

Y más allá el azulceleste
que se desgrana cósmico,
justo en el centro del puente

¿Por qué los arco iris coronan
nuestros atardeceres del Lezama?
Vos y yo subiéndonos sobre
el sendero verde
Naturaleza vital que nos une
Vos y yo sobre el arco iris
de la fuente

Y me voy sobre el rojo pasional
y el naranja amarillo
del agua áurea que cae
Y te vas cabalgando
el blanco magnolia del gran árbol
como sombrilla del ocaso
Juntos e indómitos
en este arco iris del amor


ANY CARMONA

sábado, 25 de abril de 2015

AMOR



Amor que llegas a mí
como un ave en migración.
Soy el cauce que llena tu euforia,
la veta que encuentras en tu cansino giro.
Esa que ayer te deseaba a lo lejos
y hoy te acoge entre sus caderas.
Caderas peinadas de tus sales,
de tus aromas y tus tactos
de sedas y auroras.

Amor como brebaje de uvas
en tu maceración.
Ya no puede el devenir arrebatarte
de mi zócalo,
mi costado,
mi boca trémula.
Llegas en sutil remolino de arrebatos,
en insurgente soplo de remolinos.

¡Nadie, nos separará,
te lo prometo!
Ven, amor.
Acurrúcate una vez más
entre mis sábanas
Y juntos iniciemos la historia
de unos párvulos maduros
en pasionales siestas
o pacíficas alboradas.

Así,
unidos en vuelo,
en esta primavera.

ANY CARMONA