Cada orden heredada
Es cruel como un latigazo
Quiero deshacerme
De sus imperativos golpes
Con pequeñas audacias planificadas.
Tal vez hilvanar un collar de gotas
Con las lágrimas de un gran amor
Sembrando de balsámicos jazmines
Las praderas de tu cuerpo-páramo
Y transgredir
Cabalgando los crepúsculos
Hasta que llegue el sol del alba
Sin pedir perdón
Ni persignarnos
Y sobre todo
Sin decir amén
Tal vez encabezar
Un movimiento único
Que deje sin aliento a los dinosaurios
Marcando con palabras necesarias
Los oscuros rincones
De sus almas.
Sin poner la otra mejilla
Y sobre todo
pecado atemorizarnos
Porque bajar la cabeza y no pensar
Nos dejaría sin brillo y sin peldaños
Pero abrir la puerta misteriosa
Con la llave prohibida y negada
Nos traería bocanadas de aire
Más la sinrazón de la esperanza.
Cada mandato es cruel
Como una herida abierta
Defiendo las pequeñas-grandes
Osadías
Las
desobediencias, los corajes
Que nos lanzan a
volar
Hacia el mañana
ANY CARMONA
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