viernes, 26 de mayo de 2017

VIERNES

Dos lágrimas
en este poema de viernes a la noche
Toda dolor y cansancio
Toda hastío
Una por  tus manos grandes mansas
Otra por tu palabra de alimento 
Sin tu presencia y ninguna
que ponga a andar el péndulo del alma

Casi sin relatos
que deslumbren y ensordezcan
Sin colores ni tintas ni campanas
Las estrellas no titilan ni se callan
El viento no silba ni aparece
Ante un sueño de paz
que rompe  en sollozos
Como la luna en el aljibe con la lluvia
Como la escarcha en el agua tiritando

No hay paz en esta paz de cementerio
en esta soledad de un anochecido viernes
No hay roces ni vinos que mareen
ni latidos de cuerpos que se abrazan
Que envuelvan este poema  mío
con perfumes de un amor empalagoso
Dulce y picante que despierte hambre
que descorra el frío
que silencie el miedo
y la desesperanza.

Nada para mí en este viernes
Solitario azul desenfadado
Tecleador de mensajes  en la ausencia
hasta  morir adormecida y casta
Con unos amargos cebados de tibieza
y unas lágrimas temblorosas francas
Contra la espera larga casi eterna
quebrada de pena y de nostalgia

ANY CARMONA

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