Nombrarte
fue dejar que mis ojos
fueran
encontrados.
Abandonar
ese sitial de islas flotantes
donde
navegaba, ingrávida,
próxima
a tus fronteras.
Abrirme
como una rosa húmeda
hecha
palabra,
en
tu perfil de caballero andante
que
buscaba mi secreto.
(Tímido
y cercano a mis orillas)
Nombrarte
es conectarnos todo un día
en
el umbrío añil de las redes,
para
volver a vernos
en
la alegría de cada giro en vuelo.
Con
filigranas de espuma
bordando
de blanco,
los
ribetes de nuestras alas.
ANY
CARMONA
*
Del libro Luz de soledad
No hay comentarios:
Publicar un comentario