Temo quedar atrapada
entre aquellas manos
inmóviles.
Temo asfixiarme
con los largos brazos versados
del que piensa mejor
más no hace.
Temo a las redes
de su ancestral cacería.
Temo sus avances y retiradas.
Temo sucumbir
a su omnipresencia dialéctica
que empequeñece aún más
mis débiles alocuciones.
Temo los condicionamientos
del ahora
y la falta de alas
y de caminos
y de compartimientos.
Temo no saber cómo
no decir nunca más:
Te amo.
ANY CARMONA