Nos hemos amado tanto bajo esta luz de Mayo
que casi no nos quedan besos para prometernos.
Pero yo te prometo que vendrán más días
de este amor de luna y de guitarras.
Tal vez el invierno, a tu regreso
o en el Central Park, la primavera.
Tal vez violetas con un piano
o el pan horneado en las mañanas.
Amor amante en Buenos Aires,
tu piel tatuada en flor sobre mi vientre.
Amor viajero y planetario,
mi rostro de niña en tu cintura.
Y mi cuerpo desnudo como una margarita blanca,
deshojada en tu nombre para decir,
te amo.
ANY CARMONA