Guerra,
tormenta de fuego no deseada.
Intereses ocultos avanzan
profanando los templos
de todos los dioses.
Tras la retirada
pequeñas voces
gimen.
Lloran,
arañan pérdidas, nuestras manos,
emergiendo en la noche
de las fieras.
Clamando vida
desde el silencio,
por una hora de paz.
ANY CARMONA