Todos
los viejos
llevan
en
los ojos
un
niño,
y
los niños
a
veces
nos
observan
como
ancianos profundos…
Pablo Neruda*
Madreperla
de nácar cultivada,
cuando
apenas amanece
entregas
tu sueño a un hada.
Quien
te asiste en tu jardín
de
generosa bonhomía
cuidando
de tus flores
como
el primer día.
Despiertas
con las buenas nuevas
te
acuestas junto con el sol,
a la
naturaleza con clamor,
le
rezas.
Por
eso en tu patio brota
un
canto de ángeles amoroso
cubriendo
de ternura
tus
helechos frondosos.
Alegrías
del hogar
y
geranios de terciopelo
más
pedacitos de cielo,
son
parte de tus riquezas.
Nido
pequeño es tu morada
de
miel azucarada.
Tu
pecho es nuestro amparo
de
pesares y fortalezas.
Tu
sonrisa Mamá Gloria
es
capullo de madreselva.
Tus
ojos de agua cristalina
son
un mar de simpleza.
Eres
mi flor de Otoño,
de
Octubre, bello tesoro.
ANY
CARMONA